Por Lic. Patricia Lauría – Psicóloga y Sexóloga Clínica MN 25362 – MP 92892
Jugar también es crecer: la importancia del juego en la sexualidad adulta
De niños, el juego es nuestra manera de explorar el mundo. A través de los objetos ponemos en práctica nuestras destrezas sensoriales y motrices, experimentamos casi como pequeños científicos en acción. Pero… ¿en qué momento dejamos de pensar que también como adultos podemos seguir explorando, sintiendo y expresándonos?
Lxs invito a reflexionar sobre esta pregunta: recuperar el juego en la vida adulta puede abrir una nueva dimensión para la creatividad, el erotismo y el placer.
¿Qué significa jugar?
Si buscamos la definición, jugar es hacer algo con alegría, con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades. Y esto, trasladado al terreno de la sexualidad, tiene un enorme potencial.
Hoy en día existe una amplia variedad de juguetes sexuales —para usar en pareja o en solitario— que permiten explorar nuevas formas de placer. Estos dispositivos no solo aportan sensaciones distintas, sino que también pueden convertirse en un puente hacia una comunicación más abierta con la pareja: hablar de deseos, fantasías y necesidades sexuales se vuelve más natural cuando se comparten experiencias lúdicas.
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Erotismo, creatividad e imaginación
El erotismo sostenido por la creatividad y la imaginación es uno de los grandes pilares de la vida sexual. Introducir juguetes puede enriquecer la intimidad, pero siempre con algo fundamental: el consentimiento y el respeto de los límites de cada persona.
La comunicación abierta y honesta es clave para que ambos —o cada uno, si se trata de un encuentro con uno mismo— puedan disfrutar plenamente de la experiencia. Expresar lo que se desea, lo que incomoda y lo que se quiere probar, fortalece los vínculos y potencia el placer compartido.
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Tecnología y placer a distancia
El avance tecnológico también llegó al terreno de la salud íntima. Hoy existen juguetes sexuales remotos, que pueden conectarse mediante aplicaciones y permitir el juego erótico a distancia. Una opción innovadora para parejas que desean sostener la intimidad y la complicidad incluso cuando no están físicamente juntas.
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Un recordatorio final
Un adulto que juega es un niño que ha sobrevivido. Recuperar la capacidad de divertirnos, explorar y sorprendernos es también una forma de seguir creciendo. La invitación es clara: no dejemos de jugar, tampoco en la sexualidad.
